La cocina es el motor del hogar. Toda familia cuando hay una comida, visita, etcétera es el lugar preferido por todos para compartir tertulias o tomar un aperitivo antes de sentarnos en la mesa.
La cocina es la parte de la casa dónde más tiempo pasamos, pero a su vez es el sitio más peligroso para los pequeños.
La atracción irresistible de todos los utensilios, electrodomésticos, especies, tarros de comida, y un sinfín de cacharros que llaman la atención y el deseo del pequeño explorador, es lo que la hace como una zona de peligro para los niños.
Por ello la cocina debe de estar bien distribuida y contar con un punto de vista de prevención hacia los más pequeños de la casa. Si adoptamos unas sencillas medidas podemos hacer de ella un lugar más seguro y funcional, el cuál evitará accidentes.
Coloca los electrodomésticos en una zona segura y fuera del alcance de los niños pequeños, además de que sea una altura cómoda para el resto de la familia.
Los líquidos peligrosos, detergentes y medicinas deben de guardarse bajo llave o en los armarios más altos.
Además debemos de pensar que a los más pequeños les encanta abrir y cerrar cajones y armarios si estos son con cierre seguro evitamos así que se pillen dedos o que puedan tener un accidente más aparatoso. Para evitar estos accidentes es mejor poner un tope en las puertas.
Sobretodo debemos de evitar dejar en la encimera ollas, sartenes o cacharros que contengan líquidos, comida e incluso que estén recién retirados del fuego. Así evitaremos males mayores.
¿Tienes algún consejo más para tener en cuenta? No olvidéis que la cocina puede ser un pequeño parque de atracciones para los niños y es el lugar de la casa dónde debemos de andar con más cuidado.
